Umbral Propiedad Raíz,
la fábrica donde se construyen sueños
Un cuento de navidad narrado por Umbral Propiedad Raíz
Llegaron las luces y con ellas se encendieron nuevamente los sueños que en muchos hogares se habían nublado a causa de un momento histórico que apenas estamos aprendiendo a llevar. Las luces vibran ahora con color esperanza, con olor a unidad y con fe de que esta navidad seguirá cumpliendo todos los sueños que en algún momento habíamos planeado.
Llega la Navidad a Umbral y con ella se despierta en nuestros corazones el deseo de seguir luchando por los sueños propios y también los de aquellos que se cruzan por nuestras vidas, las ganas de continuar entregando a los demás lo mejor de nosotros y se incrementa la
fuerza inagotable del amor que nos ha convertido en promotores de ilusiones, alegrías y metas.
En esta época del año el aire nos huele diferente, la ciudad se viste con otros colores y se adorna con luces que alumbran intermitentemente reflejando esperanza en nuestra alma, suenan canciones con ritmo a familia, unión, hogar y felicidad, una época que nos hace reflexionar sobre el bienestar del otro, su magia nos reúne e incrementa en nosotros el deseo de compartir con los demás; regalar un abrazo, una sonrisa, un deseo, un alimento, regalar compañía y mucho amor, especialmente a nuestros seres queridos y a quienes carecen de ellos.
Navidad, 31 días viviendo nuestro niño interior
«¡Feliz Navidad, mamá; ya me dormiré para mañana ver mi regalo!», exclamó una alegre voz. Era la voz del hijo de Karla. Sus ojos chispeaban y su aliento se cortaba al ver a su niño interior reflejado en él, recordar aquellos diciembres llenos de ilusión por ver su almohada inflada, de tal manera que plasmaba qué tan grande era su regalo, o mejor dicho su traído. Y su hijo en este momento no iba a ser la excepción; ella siente que su hijo tiene que sentirse amado aún más de lo que ella
sentía en esta época.
Un niño interior que posee el espíritu de la verdad, con una capacidad de asombro sin igual, que agradece cada día y disfruta cada momento Navideño, desde la armada del arbolito con natilla y buñuelos, hasta la
despedida del año con uvas y lentejas.
Para Karla es inevitable traer a su memoria los maravillosos recuerdos de su infancia, cargados de ilusión. Es por esto que vive al límite 31 días, o mejor, 31 regalos llenos de magia; días acompañados de diferentes experiencias, todas en torno a avivar la llama de la alegría, momentos que acortaran las distancias de sus semejantes, esta vez, supone Karla que será con intimidad y responsabilidad.
¡Pero nunca, olvidar al niño interior que lleva dentro!
*Esta historia es la fiel vivencia de Karla Ríos, nuestra líder de sala de ventas de Prana Apartamentos en Envigado.
Regalos que nos marcan
Era Diciembre de 1974, y una niña en la ciudad de Medellín pidió al cielo con una fuerza inquebrantable su deseo de navidad, “unos patines “. Ella creció en medio de una hermosa familia la cual le enseño a creer firmemente en el poder de Dios y entre tantas ilusiones que su corazón guardaba se arriesgó a elevar al cielo una plegaria la noche del 24 de diciembre, recordando al niño Dios su deseo de navidad, el mismo que la llenaría de retos y a sentirse libre por las calles de su ciudad.
A las 12 de la madrugada los latidos del corazón de Olguita despertaron a un nuevo día, se levantó ansiosa a buscar el regalo que el niño Dios había traído para ella, comenzó a buscar en toda la habitación, pero no encontró nada, temerosa asomó su mirada debajo de la cama y vio los patines más hermosos del universo, sus ojos jamás habían observado unos iguales. De la emoción, Olguita salió inmediatamente de su casa para lucir sus patines y corrió hasta una loma que quedaba cerca, desde allí se lanzó sin temor alguno, pero perdió el control y se cayó ocasionando algunas heridas en su pierna derecha.
De la emoción, Olguita salió inmediatamente de su casa para lucir sus patines y corrió hasta una loma que quedaba cerca, desde allí se lanzó sin temor alguno, pero perdió el control y se cayó ocasionando algunas heridas en su pierna derecha.
Al llegar a casa no quiso decir nada por temor a que le quitaran su nuevo gran amor, sus patines, y para que no la vieran puso un pañuelo en su pierna buscando así no ensuciar las sábanas de su cama. Al día siguiente el pañuelo estaba completamente adherido a sus heridas y soltarlo le causó un gran dolor; sin embargo, la felicidad y la valentía se sobrepuso sobre su molestia e hizo que olvidara fácilmente el sufrimiento. Sin duda alguna al salir la luz del sol se puso de pie y se colocó los patines para ir nuevamente al encuentro con aquella loma que le había causado tanto daño, esta vez Olguita salió victoriosa y continuó retando esa calle muchas veces más, hasta que la logró dominar.
Estos patines fueron conservados durante muchos años por ella y con el pasar del tiempo le enseñaron a reconocer el esfuerzo y el sacrificio que su familia había tenido que hacer para poder llevarlos hasta su cama aquel inolvidable 24 de diciembre de 1974.
*Este relato está basado en hechos reales. Olguita, líder de atención al cliente preferencial del proyecto La Calleja casas en Envigado, nos dona un pedacito de recuerdos de su niñez que marcaron para siempre su navidad.
Cambios
desde el interior
«¿Qué ha despertado en mí la vida de mis hijos?», se pregunta Robín, luego de 10 años de ser papá.
Y es que con la llegada de la paternidad también llegó un amor súbito a la navidad y una gratitud por tener reunida a su familia.
Esto es “un milagro navideño”, luego de ignorar lo que traía consigo diciembre, un mes que para él era eso, solo un mes más lleno de “afanes” que tal vez podrían vivirse en otra época del año.
Pero esto es equiparable a cumplir un sueño de familia y es vivir una navidad convertida en alma de papá.
Sus hijos le enseñaron a valorar y apreciar cada momento compartido, cada deseo de bienestar
y cada bendición recibida a diario como el trabajo en una Inmobiliaria en Bogotá, los amigos, la comida y el mismo hecho de estar vivo para ver crecer a sus hijos.
*Robín Márquez, coordinador comercial de proyectos en los apartamentos en el norte de Bogotá, nos comparte su historia desde el corazón.
Umbral celebra contigo el mes que da vida al espíritu de la alegría, el mes en el que alimentos tradicionales escriben historias, este año 2020 nos regala 744 horas en el mes de diciembre para vivir desde otra realidad esta navidad a un ritmo donde los afanes no existen y lo acompañan todos los que amamos, déjate sorprender por postres que significan abrazos , llamadas que recortan distancia, por galletas de jengibre que llenan de aromas dulces y especias tu paladar, enciende los juegos pirotécnicos y el brillo de tu alma, dale vida al perdón, la humildad, la caridad , la perseverancia y la fe, comparte lo mejor que tengas dentro de ti con voluntades sinceras y a partir de esto entrega sin reserva alguna los regalos que son para siempre, aquellos que el dinero no puede comprar y llena de agradecimiento cada intención , cada amanecer, cada momento de este mes.
Si pudieras pedir
un deseo ¿cuál sería?
Cree en todo lo que tienes y sonríe por lo que continúas recibiendo para hacer abundante tu corazón.